UN PASEO DE LA MUERTE
Por allá en obregón
la muerte se anda paseando
se llevó al panteón
a la técnica dos por sus 50 festejando.
Entrando se alegró
ya que a otra flaquita se encontró
Carmelita se la llevó
solamente porque la reportó.
En la escuela su recorrido siguió
buscando victimas por el Torri preguntó
jugando futbol a lo lejos lo miró
y con una falta a su lista lo agregó.
En una aula de matemáticas se escuchó
dos por una dos la muerte contó,
a Fernando a su lista sumó
porque a la muerte reprobó.
Los alumnos a los profes le gritarón
que también al teacher se llevarón,
el Profe Quintero se estaba riendo
ya que La flaquita la quincena le está pidiendo.
¡Oh no! a la dirección se asomó
para mirar quien se llevaría
como a la subdierctora encontró
pues con un montón de papeles falleció ese día.
Se observa al supervisor triste llegar
con este chaparrito dijo la muerte;
zapateado y cumbia quiero bailar,
por eso a Profe Toscano le cambio la suerte.
Toda cansada y temblorosa por bailar
la muerte se vuelve enojar,
pobrecita Carmen escucha recitar
a usted de español voy a necesitar.
La huesuda de un guapo se enamoró
es serio, inteligente y elegancia mostró,
profesor Jocobi no lo podemos creer
con esa flaquita la vida vino a perder.
Y a nuestra escuela no va a regresar,
Se llevó a casi todos los que quería
solo a Talamante porque se va a jubilar
la muerte no podía, y repito no podía pero llevar.
Autor: Profr. Gustavo Sixto Chávez Encinas de la Escuela Secundaria Técnica N° 2
Fotografía: Profra. Carmelita Alicia Angulo Benítez de la Escuela Secundaria Técnica N° 2
LA MUERTE EN LA SEC
La muerte anda desatada
queriendo a varios llevar,
empezó muy calmada
con la secretaría va acabar.
En la mira trae a los de ENLACE
Por sus artículos verdaderos
la calaca agarró del calce
a Romina por un sendero.
Buscando siguió la muerte
a Dolores le llegó su día
y dijo: Mario te dejo mi suerte
llorando quedó por lo que
sucedía.
David seguía diseñando
para esto una foto añadieron
la flaquita se lo llevó soñando
también a Juan lo perdieron.
Faltan algunos escritores
en esta cadavérica diligencia
a Ibarra Mendívil y profesores
se los llevó con paciencia.
Autor: Profr.
Gustavo Sixto Chávez Encinas de la Escuela Secundaria Técnica N° 2
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